El phishing es una modalidad de robo de datos muy utilizada por los hackers. Consiste en hacerse pasar por una empresa o persona para obtener datos confidenciales. Este tipo de comunicación fraudulenta suele parecer legítima, pero siguiendo estos consejos podrás diferenciarlos.

Fíjate en el email del remitente y no en el nombre – Cuando recibes un email con el fin de robar tus datos, el nombre que tiene la cuenta te parecerá conocido. Puede que tenga el nombre de tu banco, de tu tienda favorita o incluso hasta de tu jefe. Antes de realizar cualquier acción, verifica que el email sea el correcto. Por ejemplo, si recibes un email que aparenta ser de tu banco, corrobora que sea una dirección oficial, no creas que el banco te enviará una comunicación usando una cuenta de gmail o hotmail.





No hagas click en ninguna parte del email – Normalmente, este tipo de emails vienen acompañados de links que parecen legítimos o solicitudes para descargar archivos  que al final terminan robándote los datos. Para asegurarte que la comunicación es legítima es preferible que escribas el link directamente en la barra de búsqueda. Por ejemplo, si el enlace dice que te llevará a suscribirte en tu tienda favorita para recibir descuentos, es preferible que escribas directamente en la barra el enlace de la tienda para asegurarte de que estás en la página real.


No confirmes ni envíes ningún tipo de información confidencial – Ninguna entidad bancaria te pedirá confirmar datos vía email. Si recibes una comunicación solicitando que envíes algún tipo de información personal, llévala personalmente a la institución.

Cuidado con las cancelaciones de cobro – En mi experiencia, he visto muchos emails de phishing que son un recibo de compra con un link al final que dice algo parecido a: “si usted no ha hecho esta compra, utilice el siguiente enlace para cancelarla”.  La realidad es que esta compra no existe y lo que intenta es que pongas tus datos para robártelos. Como dije anteriormente, no presiones ningún enlace y elimina el email.







Observa si el nombre del dominio está bien escrito – Para explicarlo lo más sencillo posible, el dominio es el nombre que va después de la @. En muchas ocasiones los hackers sustituyen unas letras por otras y compran dominios con el nombre lo más cercano posible al original con el fin de engañar tu vista. 

Verifica la ortografía del email – Las compañías raramente dejan pasar una comunicación con errores ortográficos. Los emails sospechosos usualmente carecen de buena ortografía, esta puede ser una señal de phishing

Saber reconocer este tipo de emails te ayudará a no ser una víctima de robo de datos. Si quieres conocer más tips de cómo navegar seguro en Internet, te invito a que nos des LIKE o te suscribas para recibir nuestras publicaciones.